E S C A T O L O G Í A
A continuación, un estudio detallado sobre la importancia de la escatología, o tratado acerca de las cosas finales. Un estudio bien definido y comprobado en su totalidad por la Biblia con respecto a la importancia de la escatología.
La importancia de las profecías en la Biblia
Sin lugar a dudas, la escatología ocupa uno de los principales lugares dentro de las profecías de la Biblia. En términos no exagerados, el 40% de la Biblia es escatología. Libros enteros de la Biblia son escatológicos. Solo estas dos razones bastarían para interesarnos en la escatología, pero a continuación las pruebas bíblicas de su extraordinaria importancia.
- Debemos estudiar escatología, porque Pablo dice que él enseñó todo el consejo de Dios y no solo una parte. Hch 20:27. «Porque no he rehuido anunciaros todo el consejo de Dios».
- Pablo dice que nada que fuese útil, él dejó de enseñar. Hch 20:20. «Y cómo nada que fuese útil he rehuido de anunciaros y enseñaros, públicamente y por las casas»
- Porque Pablo dice que no debemos menospreciar las profecías, y que debemos examinar todo y retener lo bueno. 1ª Tes 5:20-21. «No menospreciéis las profecías. Examinadlo todo; retened lo bueno»
- Debemos estudiar escatología, porque Pablo dice que no quiere que seamos ignorantes acerca de lo que acontece cuando un cristiano muere y de como será el arrebatamiento de la iglesia y la venida del Señor. 1ª Tes 4:13. «Tampoco queremos, hermanos, que ignoréis acerca de los que duermen, para que no os entristezcáis como los otros que no tienen esperanza»
- Pablo dice que debemos consolarnos los unos a los otros, con las doctrinas escatológicas. 1ª Tes 4:18. «Por tanto, alentaos los unos a los otros con estas palabras»
- Porque Pedro dice que hacemos bien en estar atentos a las profecías. 2ª Pe 1:19. «Tenemos también la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que el día esclarezca y el lucero de la mañana salga en vuestros corazones»
- Porque Juan dice que son felices las personas que leen y escuchan el Apocalipsis y guardan sus maravillosas enseñanzas. Ap 1:3. «Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de esta profecía, y guardan las cosas en ella escritas; porque el tiempo está cerca»
- Debemos estudiar la escatología, porque el Espíritu Santo, es un espíritu escatológico. La Biblia dice que el Espíritu Santo, nos guiará a toda verdad y no solamente a algunas verdades. Pero, lo más maravilloso, es que el Espíritu Santo nos enseñará las cosas que han de acontecer en el futuro. Jn 16:13. «Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir»
- Debemos estudiar escatología porque es una cosa sabía e inteligente. Recordemos que la Biblia que hay sabiduría en querer calcular el número de la Bestia. Ap 13:18. «Aquí hay sabiduría. El que tiene entendimiento, cuente el número de la bestia, pues es número de hombre. Y su número es seiscientos sesenta y seis» Las mentes que tienen sabiduría deben dilucidar, estudiar y comprender los misterios escatológicos o apocalípticos Ap 17:9. «Esto, para la mente que tenga sabiduría: Las siete cabezas son siete montes, sobre los cuales se sienta la mujer»
- Debemos estudiar escatología, porque Cristo fue un predicador de escatología. Cristo habló de escatología, en Mt 24. Mr 13. y Lc 21.
- Debemos estudiar escatología, porque Cristo llama «Hipócritas» a los que no saben discernir el tiempo de su venida a la tierra. Lc 12:54-56. «Decía también a la multitud: Cuando veis la nube que sale del poniente, luego decís: Agua viene; y así sucede. Y cuando sopla el viento del sur, decís: hará calor; y lo hace. ¡Hipócritas! Sabéis distinguir el aspecto del cielo y de la tierra; ¿y cómo no distinguís este tiempo?» Hipócritas dice Jesús, sabéis anunciar cuando llueve, conocéis el clima, ¿pero no sabéis discernir «Los tiempos dispensacionales»?
- Y por último, la Biblia dice que la esencia de las profecías, el sentido de las profecías, o la finalidad de las profecías es «Glorificar y testificar de Cristo» Ap 19:10. «Yo me postré a sus pies para adorarle. Y él me dijo: Mira, no lo hagas; yo soy consiervo tuyo, y de tus hermanos que retienen el testimonio de Jesús. Adora a Dios; porque el testimonio de Jesús es el espíritu de la profecía»
El nombre escatología
El nombre «escatología» encuentra su base en aquellos pasajes de la Escritura que hablan de «los últimos días» (eschataihemerai), Is. 2:2.- Miq. 4:1.- «El último tiempo» (eschatos ton chronon), 1ª Pe. 1:20.- «la última hora», (eschate hora) 1ª Jn 2:18.- Es verdad que estas expresiones algunas veces se refieren a toda la dispensación del Nuevo Testamento, pero aún así, incorporan una idea escatológica. La profecía del Antiguo Testamento distingue sólo dos períodos, es decir, «esta época» (clam hazzeh, y en griego sion houtos) Y «la edad que viene» (ollam habba, en griego sion mellon). Puesto que los profetas explicaban la venida del Mesías y el fin del mundo como coincidentes, los «últimos días» son los días que preceden en forma inmediata tanto a la venida del Mesías como al fin del mundo.
En ninguna parte trazan una Iínea clara de distinción entre una primera y una segunda venida del Mesías. Sin embargo en el Nuevo Testamento se hace evidente que la venida del Mesías es doble, y que la edad Mesiánica incluye dos etapas, la presente edad Mesiánica y la futura consumación. En consecuencia, la dispensación del Nuevo Testamento debe ser considerada bajo dos diferentes aspectos. Si se fija la atención sobre la futura venida del Señor, y todo lo que precede, se considera como que corresponde a «esta edad», entonces los creyentes del Nuevo Testamento se consideran como que viven en la víspera de aquel evento importante, que es, «la Venida del Señor en gloria, y la consumación final». Si, por otra parte, centrando la atención sobre la primera venida de Cristo, es natural considerar a los creyentes de esta dispensación, aunque sólo sea en principio, como los que viven ya en la edad futuro. Esta explicación de su condición no es rara en el Nuevo Testamento. El reino de Dios ya está presente, la vida eterna esta realizada en principio, el Espíritu es las arras de la herencia celestial, y los creyentes ya están sentados con Cristo en lugares celestiales. Pero aunque algunas de las realidades escatológicas se proyectan de esta manera en el presente, no se realizan por completo sino hasta el tiempo de la consumación futura. Y cuando hablamos de «escatología» recordamos particularmente los hechos y eventos que tienen relación con la segunda venida de Cristo y que marcarán el fin de la presente dispensación, introduciendo las glorias eternas del futuro.
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